Enrique Ugalde - elEconomista.es
El interés en la transición energética, un proceso histórico que busca cambiar la matriz energética hacia fuentes más sostenibles y limpias, nunca ha sido más alto. Entre enero de 2020 y junio de 2022, los países que han establecido objetivos de descarbonización y legislación contra el cambio climático han pasado de representar el 13% a representar el 65% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
No obstante, y a pesar de los esfuerzos y políticas dirigidas a acelerar la transición energética, el consumo de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) se encuentra en máximos históricos, representando más del 80% del consumo primario mundial de energía. IRENA estima que, para cumplir con los objetivos de lucha contra el cambio climático, la inversión anual en transición energética debería cuadruplicar la inversión estimada en 2022 desde 1,3 billones de dólares a más de 5 billones de dólares anuales.

No hay comentarios:
Publicar un comentario