Jorge Zepeda Patterson - Diario de Yucatán
Habrá de todo: acarreados, obligados, simpatizantes, apasionados, militantes.
La marcha de este domingo convocada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para exhibir el apoyo popular del que goza su gobierno dice muchas cosas sobre la compleja naturaleza del obradorismo.
Un movimiento que abreva de prácticas que remiten a un pasado político que parecía haber quedado atrás y que, al mismo tiempo, se nutre de la convicción de estar construyendo un México distinto.
La prensa crítica encontrará una evidencia tras otra de exigencias a empleados públicos para presentarse a la movilización, habrá funcionarios y operadores que terminarán filtrando las cuotas de asistentes a las que debieron comprometerse, se recabarán testimonios de miembros de la tercera edad que desfilaron porque les dijeron que si no lo hacían perderían su pensión. Nada que no haya realizado el PRI a lo largo de décadas en rituales anacrónicos que creíamos en proceso de desaparición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario