René Delgado - El Siglo de Torreón
De José Antonio Meade se sabe. Se declaró simpatizante del tricolor. La duda es si el Revolucionario Institucional y el Ejecutivo simpatizan con él. Mutuo y espontáneo no se ve el afecto político entre ellos.
Más allá de porras y matracas, la comunicación entre el candidato, el partido y el Ejecutivo no fluye armoniosa. De seguir como va, presionada por temores, pendientes y titubeos, podría concluir en el desentendimiento y el desencuentro.
Si, en el receso por el fin de año y la clausura del periodo legislativo, las tres partes no delimitan espacios, márgenes de maniobra y distancia, la candidatura se verá en un apuro.
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