Mariano Ruiz Funes - El Financiero
Lo malo de las promesas o más bien ocurrencias de los precandidatos, que previsiblemente se acentuarán en las campañas formales, es el riesgo de que después quieran cumplirlas, al margen de su factibilidad económica o técnica. Eso lo estamos viendo con algunos candidatos que ganaron las gubernaturas en 2016 y 2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario