
Ivette Lira - Sin Embargo
La Organización Mundial de la Salud recomienda aumentar a un 75 por ciento el impuesto sobre el precio final del tabaco. Actualmente, el impuesto es de 35 centavos por cigarro, por lo que debería pasar a 1.25 centavos, mientras que para el refresco se sugiere un gravamen de 20 por ciento por cada litro y actualmente es de apenas la mitad.
El Poder del Consumidor y la Fundación Interamericana del Corazón calculan que el Gobierno obtendría 26 mil millones de pesos adicionales por aumentar los gravámenes a estos productos y al mismo tiempo se disminuiría el consumo.
Las organizaciones recordaron que hace 32 años, tras el temblor de 1985, el Congreso de la Unión aprobó aumentar los impuestos al tabaco y a las bebidas alcohólicas para apoyar los fondos para la reconstrucción, “por lo que no es una medida desconocida para el Gobierno”.
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