
Dulce Olvera - Sin Embargo
La Reforma Energética planteó detonar el potencial energético de México. Pero, dicen analistas energéticos, no se comenzó con la base: la infraestructura. A cuatro años de su implementación, en diciembre de 2013, el país sigue sin contar con los ductos y almacenamientos necesarios para la producción y transporte. La apertura a la inversión privada (nacional y extranjera) ha dejado hasta el momento licitaciones a 66 empresas petroleras, 28 compañías eléctricas y 26 nuevas marcas de gasolina han arribado.
Pero Petróleos Mexicanos, una petrolera en números rojos, sigue siendo el principal actor y proveedor. Todo eso se refleja en los precios a la alza de la luz, gas y combustibles; esos que el Gobierno federal se comprometió a reducir y que los especialistas consultados aún ven lejano.
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