lunes, 24 de octubre de 2016

EL REGRESO DE VIDEGARAY

Raymundo Riva Palacio - El Financiero
Cinco horas. Eso fue lo que duró la plática, el martes 6 de septiembre, entre el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Recién habían llegado de un muy mal viaje a China, donde asistieron a la cumbre anual del G-20, en la que el presidente Barack Obama maltrató a Peña Nieto cuando le quiso explicar las razones de la invitación al candidato republicano a la Presidencia, Donald Trump, y su consejera de seguridad de la Casa Blanca, Susan Rice, remató con la recomendación a la canciller Claudia Ruiz Massieu que removieran del cargo a quien le había hecho la recomendación de la visita. No era una orden, pero como si lo fuera. Tampoco era obligatorio, pero en el costo-beneficio de dinamitar la relación con Obama y el gobierno de Estados Unidos, hasta para quien no alcanza a ver el largo plazo y está acostumbrado a confundir táctica con estrategia, era claro. La suerte de Videgaray se había acabado en China.

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