Que útiles son las metáforas en la retórica, y que imprecisas suelen ser cuando se usan de manera forzada. Ya decía Aristóteles que la metáfora consiste en dar a una cosa el nombre de algo diferente, una manera de intuir una semejanza entre desemejanzas.
El símil entraña algo diferente, como cuando se dice que alguien saltó como una gacela, y se intuye que ese animal le transfiere su agilidad. La metáfora es un símil acortado que no lleva la explicación del cómo; no hace falta decir que saltó la gacela.
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