martes, 19 de abril de 2016

"SI ES QUE NO SABEN NI GRAMÁTICA"

  • Durante la votación del impeachment de Dilma hubo de todo, desde jocosidad infantil a escenas surrealistas de mal gusto

Juan Arias - El País

El espectáculo ofrecido la noche del domingo durante la tragicomedia de la votación del impeachment de Dilma, por parte de los ilustres representantes del pueblo en el Congreso, tardará en ser olvidado. Hubiese sido tema para una narración de realismo mágico de García Márquez.
Hubo de todo, desde jocosidad infantil a escenas surrealistas de mal gusto. Y sobre todo una gran pobreza cultural. “¡Si es que no saben ni gramática!”, decía una poeta desesperada al ver cómo los diputados, micrófono en mano, erraban declinaciones y concordancias. Parecían estudiantes suspendidos en clase. Y eso, en una intervención de pocos segundos. Era sobre todo el llamado bajo clero —cuyas caras muchos veíamos por primera vez—, esa masa de cientos de diputados anónimos que se quejan de “no contar”, ya que quienes hacen y deshacen son el puñado de cardenales, de quienes reciben sólo las migajas y cuando las pordiosean. No es que a veces, a juzgar por el lenguaje desenfadado registrado en algunas de las conversaciones gravadas por el juez Moro en el caso Lava Jato, el nivel literario sea mucho más noble en ciertos ilustres miembros del Gobierno.

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