León Bendesky / La Jornada
La fase de la
comunicación rutilante desde el gobierno que se impuso durante casi un
año y medio se truncó de modo abrupto. No es lo mismo anunciar planes,
proyectos, reformas promisorias y expansiones productivas esperadas, que
toparse con múltiples víctimas mortales de la violencia que asuela al
país, explicar qué sucedió y encontrar y castigar a los responsable de
los hechos.
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