martes, 25 de noviembre de 2014

SUPUESTOS ENGAÑOSOS

 Santiago Carbó / El País
Cuando una solución llega tarde, puede convertirse en el siguiente problema. Muchas fueron las voces que criticaron en su momento a la Reserva Federal por la masiva expansión cuantitativa que ahora se bate en retirada. Ahora resulta difícil negar su éxito porque ha repercutido positivamente donde más se necesitaba, en la economía real de EE UU. Sin embargo, una medicina tan fuerte ha dejado un perverso legado a los mercados, al acentuar esa errónea sensación de que la liquidez es infinita. Bancos comerciales y de inversión y todo tipo de fondos y empresas de valores han podido acceder a financiación a corto plazo a un coste bajo. Muchos de los clientes de estas empresas financieras, de hecho, han comprado activos que, en su mayoría, pudieran retirar casi sin previo aviso. La liquidez ha servido a las entidades para financiar sus posiciones de largo plazo, si bien éstas se han orientado en gran medida hacia deuda pública y renta variable con cierta reputación o calificación. Pero el mercado de renta privada sigue medio muerto. No parece que exista un puente privado entre el corto y el largo plazo en los servicios de inversión.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario