Paul Krugman / El País
El Museo de los Apartamentos, en Lower East Side, es uno de los sitios
que más me gustan de la ciudad de Nueva York. Se trata de un edificio
antiguo de la época de la Guerra Civil que dio cobijo a varias oleadas
consecutivas de inmigrantes, y en el que han restaurado algunos
apartamentos para que tengan exactamente el mismo aspecto que tuvieron
en distintas épocas, desde la década de 1860 hasta la de 1930 (cuando el
edificio fue declarado inhabitable). Cuando uno recorre el museo, se
queda con la fuerte sensación que produce la inmigración como
experiencia humana, la cual —a pesar de los muchos malos momentos, a
pesar de un entorno cultural en el que a los judíos, los italianos y
otros se los consideraba a menudo una raza inferior— ha sido en su
mayoría positiva.
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