Rafael Croda / Apro
Carlos Slim ha repetido en Colombia la fórmula que aplica en México:
amparado en un cuasimonopolio ofrece una telefonía celular cara y mala.
Pero la nación sudamericana está decidida a ponerle un alto. Faltan
pocos meses para que llegue a término la concesión del segundo hombre
más rico del mundo. Cuando eso ocurra, el gobierno colombiano se
apropiará de la infraestructura de su empresa presuntamente para ponerla
a disposición de más competidores, con el afán de mejorar el servicio
No hay comentarios:
Publicar un comentario