Raymundo Riva Palacio / Eje Central
En la política, dicen los políticos, no hay coincidencias. O dicho de otra forma, la irrupción en los medios internacionales del ex presidente Felipe Calderón y de su primer director del CISEN, Guillermo Valdés,
para remachar que el narcotráfico penetró las instituciones y sus
cuerpos de seguridad, fueron de la mano de las imputaciones de la
senadora Luisa María Calderón –hermana del ex mandatario- contra empresarios vinculados a los gobiernos de Lázaro Cárdenas Batel
y Leonel Godoy, que eran miembros de Los Caballeros Templarios. Por un
lado, sirvió como recordatorio disfrazado de que el narcotráfico, por
cuya lucha tanto se criticó a la anterior administración, sigue
creciendo. Y por el otro, es parte integral de la obsesión de Calderón
muchos meses antes de concluir su Presidencia, de contar su verdad de lo
que fue la guerra contra el la delincuencia organizada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario