viernes, 22 de noviembre de 2013

LA HOSTILIDAD DE PEMEX

Las acusaciones públicas de la compañía mexicana complican la estabilidad accionarial de Repsol

Petróleos Mexicanos (Pemex) ha provocado un nuevo episodio de inestabilidad en el accionariado de Repsol, el grupo español en el que posee el 9,34% del capital. Las acusaciones públicas de su director, Emilio Lozoya, en la Cámara de Diputados mexicana, contra la gestión del presidente, Antonio Brufau, al que responsabiliza de una pérdida de valor accionarial y de percibir “altas” retribuciones, puede entenderse como una declaración de hostilidad poco corriente en el accionista de referencia de una compañía petrolera, que pone en riesgo el acuerdo societario de principios de 2012 entre Pemex y el Consejo de Repsol. Según dicho acuerdo, el accionista mexicano se comprometía a prestar su aquiescencia a los planes estratégicos del grupo español, así como no superar la participación del 10%.

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