La crisis española, caracterizada por una elevada
corrupción, conomía sumergida, ineficiencia
del sector público y
desequilibrios territoriales, debe combatirse con cambios legislativos y
constitucionales pactados
Guillermo de la Dehesa / El País
Estos son algunos de los serios problemas institucionales, económicos
y políticos que están aflorando en España. Primero,
el sector público es hoy demasiado grande para poder ser financiado con los
ingresos fiscales procedentes de sus ciudadanos y empresas. Hay que luchar
contra la evasión fiscal, al estar el IRPF excesivamente concentrado en los
asalariados, pensionistas y autónomos y al ser la evasión del IVA todavía muy
elevada.
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