José Blanco /II / La Jornada
La reforma educativa,
desde el nivel prescolar hasta el posgrado no puede tener otro propósito
que aprender a pensar progresivamente cada vez más amplia y
profundamente. Sólo se puede pensar si se sabe y se sabe hacer. En tanto
esto va adquiriéndose al andar por un sendero que carece de estación de
llegada, el pensamiento y sus habilidades toma la forma de una planta
densamente arborescente, según
lo vividopor cada individuo: me refiero al concepto de Sartre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario