Quienes sostienen que el sistema público quebrará por la presión de
la demografía olvidan que el crecimiento de la productividad pueda
mantener en 2050 al doble de pensionistas
Vincenc Navarro / El PaísUna postura generalizada en los círculos políticos, mediáticos y
financieros del país es que el sistema público de pensiones se encuentra
ante un gran reto determinado por la transición demográfica. Se
argumenta que la transición demográfica, con un crecimiento muy
acentuado de la población anciana, hace difícil sostener el sistema de
pensiones públicas. Así, este rotativo apuntaba en un reciente
editorial, Pensiones consensuadas (EL PAÍS, 30 de diciembre de
2012), que “el sistema actual de pensiones es insostenible por (…) la
presión de la demografía, que empuja la población hacia edades más
altas”.
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