Federico Reyes Heroles / El Siglo de Torréon
En Guerrero varias comunidades, desesperadas por la inseguridad, se
sublevan. No es un asunto totalmente nuevo. La CRAC, Coordinadora
Regional de Autoridades Comunitarias, nació hace 17 años. Tienen un
uniforme, no se cubren el rostro y sus "detenidos" son llevados a la
Casa de Justicia. En enero de este año, por el mismo motivo, la
inseguridad, surge la UPOEG (Unión de Pueblos y Organizaciones del
Estado de Guerrero). Se trata de una organización de autodefensa de las
peticiones vecinales. En oposición a los métodos de la CRAC, operan
encapuchados o embozados, instalan retenes y detienen vehículos. Ambas
organizaciones están armadas y no sólo suplantan a la autoridad, la
retan al impedirle entrar a las zonas controladas. Las dos agrupaciones
se enfrentan, la lucha por el poder no hace excepciones. Pero, a pesar
de las diferencias que no son menores, el fenómeno social que está
detrás es el mismo: la pérdida de confianza en las autoridades y la idea
de hacerse justicia por propia mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario