Rolando Cordera Campos / La Jornada
De la astrología
económica de la OCDE, cuyo principal directivo busca la alineación de
los astros, pasamos a la nutriología de la voracidad del Consejo
Coordinador Empresarial (CCE), cuyo máximo dirigente sólo piensa en el
pastel petrolero. Ahora aterrizamos en la meteorología del gobernador
del Banco de México quien, desde Singapur, nos advierte sobre la
formación de una tormenta perfecta fomentada por la abundancia sin
control de los fondos prestables que inundan las economías emergentes.
Todo esto y más, para empezar, como aperitivo del fin de una luna de
miel mexicana imaginaria e imaginada, por las no tan puras almas que
viven de la manipulación de sentimientos y conciencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario