Por Robert Skidelsky - El Economista
Con el mundo alejándose cada vez más de la integración económica y la cooperación, la segunda ola de globalización amenaza con dar paso a la fragmentación y el conflicto, como lo hizo la primera ola en 1914. Evitar la catástrofe requiere desarrollar bases políticas sólidas capaces de sostener un orden internacional estable.
LONDRES – ¿La economía mundial se está globalizando o desglobalizando? La respuesta habría parecido obvia en 1990. El comunismo acababa de colapsar en Europa central y del este. En China, Deng Xiaoping impulsaba la empresa capitalista. Y el politólogo Francis Fukuyama proclamaba el “fin de la historia”, con lo cual se refería al triunfo de la democracia liberal y del libre mercado.
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