Lorenzo Meyer - Diario de Yucatán
Una inconformidad más de la oposición al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue motivada por la quinta visita a México del presidente cubano Miguel Díaz Canel para ser condecorado con el Águila Azteca.
Los críticos de AMLO consideran que la distinción al presidente cubano significa un respaldo político a un régimen no democrático. Bien, esa es una visión basada en un hecho incontrovertible: que el poder político en la isla caribeña ha estado en manos del mismo grupo desde que Fidel Castro y los rebeldes cubanos del Movimiento “26 de julio” pusieron fin al gobierno de Fulgencio Batista en 1959.
Sin embargo, hay otra interpretación posible y de más calado. Desde el principio los revolucionarios cubanos pusieron en marcha políticas inaceptables para Estados Unidos, la potencia que al inicio del siglo XX asumió en los hechos el dominio sobre una isla que desde 1492 había sido colonia española. Y es ese “factor americano” el que en buena medida explica la naturaleza y continuidad de la relación política de los gobiernos mexicanos frente a Cuba desde hace un par de siglos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario