- Construirá un sistema para sustentar la competitividad de su economía
Interior de unos almacenes. Foto: Alamy
Marta González - elEconomista.es
La pandemia y los cortes en la cadena de suministros pusieron de relieve la dependencia de los países occidentales de las importaciones chinas. Desde 2020, EEUU y las naciones que conforman la Unión Europea (UE), así como muchas otras, trabajan para revertir esta situación. Por su parte, China no solo se ha propuesto ser autosuficiente, sino que, además, quiere convertirse en una superpotencia logística.
En concreto, el Gobierno de Pekín planea construir un "sistema de circulación moderno" para sustentar en él la eficiencia y la competitividad de su economía. Dicha estructura abarcará los flujos comerciales, financieros y el transporte de mercancías, y su puesta en marcha permitiría a China ofrecer precios más competitivos -al reducir sus costes de envío y aumentar la velocidad de entrega- y un mayor control sobre el traslado de las importaciones y exportaciones. Además, dará al país una imagen más completa de los flujos comerciales mundiales, pero, sobre todo, incrementará su influencia en el comercio mundial.
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