- El desabastecimiento de combustible y carne eleva la tensión en La Paz. Al menos tres personas han muerto en nuevos enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad
La gasolina se ha convertido en un símbolo de la convulsión que sacude a Bolivia desde hace semanas, y su escasez es una consecuencia de la enorme fractura social que afecta a todo el mundo. Los bloqueos de caminos se intensificaron con la salida de Evo Morales de la presidencia y su exilio en México y, desde entonces, el país afronta un problema de desabastecimiento de carburante y gas, que es especialmente visible en La Paz. A las colas en algunos casos de kilómetros en las estaciones de servicio de la ciudad se sumaron este martes nuevos episodios de violencia en las calles. Las fuerzas de seguridad reprimieron a un grupo de manifestantes que trataba de impedir la salida de camiones cisterna de una planta de combustible, en el municipio de El Alto, uno de los principales focos de las protestas. Al menos tres personas han muerto —dos de ellas por impacto de bala— y 30 han resultado heridas. Las movilizaciones ya han dejado más de 20 muertos.
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