viernes, 29 de noviembre de 2019

"HAY MUCHOS BRASILEÑOS CANSADOS DE LA RADICALIZACIÓN POLÍTICA"

  • Procesado por varios casos de corrupción, el que fue vicepresidente de Dilma Rousseff no cree que Bolsonaro ponga en riesgo el orden institucional del país sudamericano

Thiago Ferrer Morini - Madrid - El País
Cuando entregó la banda presidencial brasileña, en enero de este año, Michel Temer (Tietê, 1940) tenía todas las razones del mundo para retirarse de la vista pública. No solo abandonaba el cargo que obtuvo tras la destitución de Dilma Rousseff siendo tremendamente impopular (en junio de 2018, un 82% de los encuestados por Datafolha tildaban a su Gobierno de "malo" o "muy malo", un récord histórico) sino que lo hacía bajo el manto de varios casos de corrupción que le persiguen hasta hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario