- Pase lo que pase en el proceso de destitución del presidente, las audiencias públicas regalaron históricos testimonios como el de la experta en Rusia de la Casa Blanca
Cuando tenía 11 años, en una escuela de un pueblo del norte de Inglaterra, durante un examen, un compañero de clase prendió fuego a las dos coletas que recogían el pelo de Fiona Hill. Ella apagó las llamas con sus propias manos, según recordó, y continuó trabajando hasta terminar el examen. Haciendo gala de esa misma templanza, a sus 54 años y a miles de kilómetros de las minas de carbón del condado de Durham donde creció, la doctora Hill se sentó ante los congresistas el pasado jueves y recordó a su país de adopción los valores que lo sustentan y las amenazas, internas y externas, a las que se enfrenta. Su testimonio en la investigación del impeachment de Donald Trump fue un recordatorio de que existe una alternativa más sana a la toxicidad que envenena a Estados Unidos.
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