martes, 17 de julio de 2018

AMLO: BUENOS PROPÓSITOS, MALA EJECUCIÓN

Enrique Quintana - El Financiero
Algunas de las propuestas contra la corrupción hechas por AMLO y algunas otras, responden a legítimos propósitos, pero su aterrizaje –como hasta ahora se ha planteado–puede tener consecuencias muy negativas para el propio gobierno y para el país.

1.- La reducción del personal de confianza.

El propósito de reducir el tamaño de la administración pública es sin duda algo positivo. Hay excesos, ineficiencias... e insuficiencias. El problema es hacer tabla rasa. Eso no se resuelve cortando el 70 por ciento del personal de confianza. Esa estrategia puede crear problemas serios en la operación del gobierno, reduciendo personal calificado y dejando personal de base que sobra. De acuerdo con el Inegi, en el Censo de Gobierno 2017, en el gobierno federal laboran 1 millón 567 mil personas en 320 dependencias públicas. Si es correcta la tasa del 17 por ciento para puestos de confianza, se trata de 266 mil personas, y de ellas serían despedidas 186 mil. Habría que hacer la reducción con criterios diferenciados e incluir a personal de base.

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