domingo, 29 de julio de 2018

LAS CONSECUENCIAS MORALES DEL ESTANCAMIENTO

  • Hay que responder al populismo autoritario e iliberal con un populismo liberal y progresista
Antón Costas - El País
Confieso estar sorprendido al ver la gran preocupación que manifiestan las élites biempensantes por la oleada de populismo nacionalista y lo poco que hacen para poner remedio a las causas que lo alimentan. ¿Por qué, en vez de demonizarlo, no bajan al campo de batalla para competir con ellos en ofrecer mejores políticas?
Antes de dar una explicación, déjenme que me detenga en el cambio moral experimentado recientemente por nuestras sociedades que, en mi opinión, es la semilla del populismo. Aun cuando normalmente la noción de moralidad la aplicamos a las conductas individuales que entendemos como buenas (honestidad, sinceridad, lealtad, amistad, respeto a los demás), esta tiene también una dimensión pública, definida por aquellos rasgos que atribuimos a una buena sociedad: abierta, tolerante, con igualdad de oportunidades, movilidad social y económica, equidad y democracia.

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