- La primera ministra se reúne con los unionistas, opuestos a un trato especial para Irlanda del Norte
Fracasado a última hora el acuerdo en Bruselas sobre los términos del divorcio, la primera ministra británica ya está en casa, donde su labor diplomática, lejos de concluida, se intensifica en una jornada clave para la evolución de las negociaciones de Brexit. Primero, una reunión con los miembros de su Gobierno que servirá para medir apoyos y suspicacias. A continuación, rondas de conversaciones con los unionistas norirlandeses del DUP, cuyos diez escaños otorgan a May su exigua mayoría parlamentaria, para tratar de resucitar el acuerdo que necesitan para convencer a Dublín –y, con ello, al resto de la UE- de que se ha alcanzado el suficiente progreso en los términos de divorcio que permita pasar a la segunda fase de las negociaciones y empezar a hablar de la relación futura entre el país y el bloque.
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