- Las muestras de fuerza del canciller revelaron su cercanía con Meade y su capacidad e influencia para armarle el equipo de campaña, como si el fuera el “Jefe Máximo”
Jenaro Villamil
CIUDAD DE MÉXICO (Apro).- La historia de influencia política y ayuda mutua entre Luis Videgaray, José Antonio Meade Kuribreña y José Antonio González Anaya comenzó a escribirse en las aulas del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), pero encontró un sentido de cofradía tecnocrática a principios del gobierno de Felipe Calderón, cuando Agustín Carstens, profesor y exjefe de los dos últimos, era secretario de Hacienda.
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