Francisco Peregil / El País
La sociedad argentina estaba a favor de la expropiación de YPF. Y la
mayoría de los dirigentes políticos, excepto el conservador Mauricio
Macri, también. El Senado aprobó la ley el 26 de abril de 2012 con 63
votos a favor, tres en contra y cuatro abstenciones. Y la Cámara de
Diputados hizo lo propio en mayo con 207 votos a favor, 32 votos en
contra y 6 abstenciones. ¿Mereció la pena para Argentina? No la
expropiación en sí, sino la forma en que se hizo: cerrando las puertas a
una compensación negociada para terminar pactando el pago de 5.000
millones de dólares en bonos. ¿Por qué no se intentó llegar a un acuerdo
hace dos años? “Porque el Gobierno creía que iban a llegar a raudales
los inversores extranjeros al yacimiento de Vaca Muerta”, afirma una
fuente de Repsol próxima a las negociaciones. “No esperaban este
resultado”.
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