viernes, 28 de febrero de 2014

ELBA, UN AÑO DESPUÉS

Raymundo Riva Palacio / Eje Central
Si la soberbia es mala consejera en la vida, en la política es tóxica. Elba Esther Gordillo, que durante una década cobró favores políticos a presidentes panistas a cambio de posiciones en el gobierno, es el mejor ejemplo de esta debilidad, que paga hoy con cárcel. Su hija, la senadora Mónica Arriola, está incurriendo en un pecado similar, y amagando que si no se soluciona el caso de la maestra, puede empezar a difundir videos que grabó su madre de personajes públicos, cuando platicaban o negociaban en su casa.

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