Jorge Buendía Hegewisch / Excélsior
La falta de claridad es una causa de debilitamiento del liderazgo,
pero, además, la confusión dificulta la aplicación de reformas que aún
deben materializarse en leyes secundarias que las hagan operables
Si hubiera que escoger una palabra para describir el arranque de 2014
sería: confusión. El año parece comenzar con el ánimo perturbado,
desordenado y, sobre todo, sin paz.
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