Alberto Tovar / El Financiero
El año pasado las estimaciones de crecimiento pasaron de la buena voluntad de un 4 por ciento a un paupérrimo uno por ciento; este tipo de fallo es enorme y dificulta el proceso de planeación. Para el 2014 continúa la incertidumbre y la gran pregunta es si los estrategas (si es que la hay) saben lo qué están haciendo.
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