viernes, 3 de enero de 2014

2014 Y LA FRIVOLIDAD

La frivolidad de ciertas élites económicas y políticas nos llevó al desastre de la crisis


El año que empieza con el número 14 en su apellido será muy dado a las conmemoraciones históricas. 1914 dará materia para comparar los años previos a la Gran Guerra y los tiempos actuales. Como ahora, fueron tiempos de aceleración y vértigo, de profusión de novedades y de rearme de unos poderes asediados por los cambios de mentalidad. Pero, sobre todo, la Belle Époquey los años previos a la crisis de 2008 tienen en común la pérdida de la noción de límites por parte de las élites y la enorme frivolidad de las clases dirigentes que quisieron creerse sus propias mentiras. Otro 14 más familiar llenará los papeles de ruido: 1714, cuando España intentó constituirse en nación única, con la victoria borbónica, a costa de derechos, culturas y costumbres de las minorías. El choque de mitologías nacionales con el trasfondo del movimiento independentista catalán, de la crisis social y de la crisis de agotamiento del régimen surgido de la Transición dará lugar a más confrontación y menos debate político de lo que sería deseable. Y todo ello en un contexto de descrédito de los partidos políticos tradicionales, que puede conducirles a la tentación de buscar en la pelea, en la conversión del adversario en enemigo, del disidente en delincuente (como hace la ley de seguridad ciudadana), la manera de galvanizar a los convencidos y de movilizar a los escépticos para recuperar posiciones electorales.

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