martes, 22 de enero de 2013

REGLA DE PLOMO

Bruselas debe permitir en España e Italia políticas de inversión que no computen como déficit

El País
La arquitectura económica de la zona euro está atrapada en un bucle peligroso. El país dominante, Alemania, y sus aliados en las políticas de ajuste a cualquier precio, se resisten a promover planes de estímulo que ayuden a los países encallados en la recesión, como España, a llegar antes a la recuperación. La Comisión Europea, acuciada por las protestas cada vez más notorias de los países del área afectados por la crisis, concibió el recurso de excluir del cómputo de déficit aquellas inversiones destinadas a favorecer el crecimiento. Pero la ortodoxia, siempre vigilante, ha conseguido limitar esta excepción a aquellos países cuyo déficit público no rebase el 3% del PIB. La Comisión y Alemania conciben las políticas de crecimiento como un premio a los países cumplidores, mientras que los incumplidores seguirán en la vorágine del ajuste radical.

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