martes, 22 de enero de 2013

EL SOL NACIENTE

José Blanco / La Jornada
Después de una apacible y bella noche estrellada, o de una interminablemente larga, negra de tono espanto, el crepúsculo matutino irremediablemente termina por asomarse en el confín del horizonte, con su sonrisa anaranjada, anunciando que el sol está por salir. Una aurora como esa comienza a prefigurarse precisamente en la tierra del sol naciente, al tiempo que puede llegar a término el túnel que artificialmente fue creado por los dioses infernales de la finanza internacional. Artificial porque fue producto de artificios, no era una necesidad histórica.

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