Liliana Alvarado - El Economista
Luis Inácio Lula da Silva asumió por tercera vez el cargo como presidente de Brasil en enero de este año, a pesar de haber ingresado en 2018 a prisión y pasar ahí 580 días tras ser acusado por delitos de corrupción asociados a la empresa petrolera Petrobras. Desde que inició esta nueva etapa de gobierno, dejó muy claras sus prioridades: resucitar sus programas de combate al hambre y la pobreza, fomentar una política medioambiental, e implementar una reforma tributaria.
En lo que a este último punto se refiere, y considerando el contexto político, su iniciativa ha mostrado avances significativos desde que se presentó a la Cámara de Diputados. Actualmente, la reforma está siendo analizada en el Senado, no obstante, cualquier modificación al texto podría retrasar significativamente su aprobación, pues tendría que regresar a la Cámara Baja para ser votada y luego se enviaría de nueva cuenta al Senado.
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