Por Obed Rosas - Sin Embargo
Marcelo Ebrard Casaubón ha vuelto a subir el tono del proceso interno de la llamada Cuarta Transformación, primero, al asegurar que la contienda sólo es entre él y Claudia Sheinbaum, y segundo, acusando una cargada a favor de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, señalamientos que han sido rechazados por la propia Sheinbaum y los otros aspirantes Gerardo Fernández Noroña y Adán Augusto López Hernández, y que al mismo tiempo han hecho eco en Ricardo Monreal Ávila.
-Con información de Montserrat Antúnez
Ciudad de México, 17 de agosto (SinEmbargo).– Marcelo Ebrard Casaubón soltó una bomba que no ha explotado. Su reclamo de ayer podría ser –ciertamente– una señal de que prepara su renuncia al proceso interno de Morena. Eso sería una amenaza tamaño Chernóbil, pero podría ser peor: una decisión final, de dimensión Hiroshima; dejar el partido del que no es fundador —como sí lo son otros de sus compañeros— pero al que se unió entusiasta en la campaña ganadora de Andrés Manuel López Obrador entre 2017 y 2018.
¿Los motivos del excanciller? Según él mismo, porque no hay limpieza en la contienda, no hay piso parejo y desde los gobiernos federal, de la Ciudad de México y de los estados se dan apoyos para quien se convirtió en su némesis: Claudia Sheinbaum Pardo, favorita en casi todas las encuestas salvo en las que él dice tener. Como Rubrum, de corta existencia y con errores notables y un acierto: Edomex.

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