Carlos Ramírez - Indicador Político
Lo más extraño, pero previsible, de la crítica de sectores liberales y progresistas mexicanos hacia la decisión del presidente de México de no asistir a la IX Cumbre de las Américas por la exclusión de países a partir de una certificación estadounidense de regímenes internos se localiza en la defensa de esas corrientes nacionalistas nada menos que del lobby cubano de la ultraderecha legislativa de EU.
El otro dato que de manera incipiente ha aparecido en el escenario de las relaciones bilaterales fue la irrupción de México, por primera vez de manera directa, en el proceso de sucesión presidencial de Estados Unidos a partir del hecho de que los intereses mexicanos están en riesgo desde 2016 por la incorporación en la agenda bilateral realizada en aquel entonces por el candidato republicano Donald Trump.
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