León Bendesky - Periódico La Jornada
Borges advirtió que la cartografía podría alcanzar tal perfección que un mapa desmesurado coincidiría puntualmente con el tamaño de una ciudad, una provincia y hasta un imperio. Afirma que generaciones siguientes declararon que dicho mapa era inútil y, por tanto, lo entregaron a las inclemencias del sol y los inviernos. Así que, en los desiertos del oeste perduran despedazadas las ruinas del mapa, habitadas eso sí, por animales y mendigos.
El territorio, que es real, difiere del mapa que es una metáfora o una interpretación. Lo supo pragmáticamente Alfred Korzybski, cuando en la Gran Guerra cayó con sus compañeros en una zanja que no aparecía en el mapa que seguían. Luego lo aplicó al estudio de la semántica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario