Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto - Expreso
Las revelaciones que ayer hizo públicas el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, para sustentar su afirmación de que es víctima de una persecución política y jurídica lanzada desde Palacio Nacional y ordenada por el presidente López Obrador, no sólo sacuden el escenario político y violentan códigos no escritos entre la clase política gobernante y de la oposición, sino que van más allá al romper reglas de amistad y camaradería política entre el líder priista y su compadre, el senador y coordinador del Partido Verde en el Senado, Manuel Velasco Coello.
Las acusaciones que lanza “Alito”, como se conoce al dirigente del PRI, sobre una campaña de acoso, desprestigio y “odio” del gobierno federal en su contra, por la simple razón de que no quiso votar a favor de la reforma eléctrica del presidente, son de una gravedad extrema, pero al mismo tiempo de una incongruencia total por parte del diputado y exgobernador campechano.
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