Lorenzo Meyer - El Diario de Yucatán
La batalla entre el interés nacional y el de ciertos particulares por los beneficios de los recursos naturales es histórica y pareciera interminable. Con la 4T quizá estamos en los prolegómenos de nuevos conflictos que involucren a mineras, generadores de energía eléctrica, contratistas, importadores de gasolina, “huachicoleros” y al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
A veces pareciera que el poeta zacatecano acertó más de lo que supuso al considerar, en “Suave Patria” (1920), que los veneros de petróleo los había escriturado el diablo.
El petróleo es el caso paradigmático del choque de intereses. Hace más de un siglo que se inició esa industria y no es evidente que los hidrocarburos —recurso estratégico no renovable— hayan sido un factor claramente positivo para México como conjunto. ¿Qué dejó a la comunidad nacional la explotación salvaje del super yacimiento Cantarell?
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