Carlos Ramírez - Indicador Político
Si bien toda diplomacia es política, resulta que no toda política es diplomacia. Por ello las relaciones del nuevo gobierno estadunidense de Joseph Biden con el presidente López Obrador requerían de toques personales y no de intermediaciones pasivas. Toda diplomacia con el imperio es inútil y juega siempre a favor de la Casa Blanca.
En este sentido, el desplazamiento de la burócrata Martha Bárcena de la embajada de México en Washington era necesaria y con mayores razones cuando se la pasaba tratando de doblegar al presidente mexicano ante el debilitado y tibio Biden. El traslado de la relación bilateral a Palacio Nacional acotará de origen a las instituciones de inteligencia y seguridad nacional que suelen también intermediar por razones diversas a México.
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