Luis Rubio - El Siglo de Torreón
ÁTICO:
Nada más viejo que la corrupción. Lo nuevo es el intento de escalar casos para distraer de la mayor crisis económica de la
historia.
De la corrupción generalizada e impune pasamos a la corrupción centralizada y purificada. Lo que queda
es la misma corrupción de siempre: solo los
adjetivos cambian.
Comienza el circo en torno a la detención y extradición de Emilio Lozoya, pero
la corrupción permanece. Mucho ruido,
grandes negociaciones y un solo objetivo:
distraer a la ciudadanía de las fallas del
gobierno, la terrible recesión y la ausencia de acción en torno a la promesa que
hizo el hoy presidente en su campaña y
que cautivó a la mayoría de la población:
la esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario