domingo, 26 de julio de 2020

EL ODIO COMO VARIABLE POLÍTICA

Lorenzo Meyer - El Siglo de Durango
En tanto no intervenga el odio como variable, el conflicto político puede administrar desacuerdos sin llegar a considerar al otro como enemigo irreconciliable.
El odio es un sentimiento de intensa hostilidad hacia algo o alguien. Y si bien en política esa emoción ha sido fuente de energía, a la larga ha dañado su calidad. La ira simplifica, es maniquea y los grandes problemas sociales son refractarios a soluciones simples.
Generalmente las relaciones de poder entre países, partidos, grupos o individuos son mezcla de conflicto y cooperación. El núcleo duro de la esfera del poder es el choque de intereses y éste puede alcanzar gran intensidad, pero siempre hay posibilidades para la negociación si se mantienen a raya los sentimientos de hostilidad extrema.

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