- Los fabricantes sufrieron una caída del 3% en 2019 y se espera que la compra de unidades de más de seis toneladas baje un 8%

Camiones en un peaje en la AP-7. ALBERT GARCÍA
La flexibilidad será el nombre del juego”. Triton, la nueva cotizada del Grupo Volkswagen especializada en camiones, tenía claro a finales del año pasado cuál iba a ser el futuro de la industria de los camiones. Sus pedidos habían caído un 6% y la expectativas no eran buenas. Con aquella frase lanzada en noviembre, su consejero delegado, Andreas Renschler, avisaba de las turbulencias y de la necesidad de tener una cintura ágil tras presentar los resultados del tercer trimestre.
La sensación no era única de esta compañía, estrenada en Bolsa en junio pasado, nueva en el sector. “La situación de la demanda es ahora más débil y las órdenes de reserva para camiones han caído un 8% en los primeros nueve meses del año respecto a hace un año”, señalaba Henrik Anderson, presidente del grupo escandinavo Scania, con datos de su último informe trimestral. Y lo mismo ocurría para otro gigante:
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