- El Banco Mundial alerta de la vulnerabilidad ante unos pasivos que ya superan el 170% del PIB y que registran, desde 2010, su mayor escalada en cinco décadas
Uno, dos, tres. Y cuatro. El primer gran ciclo de endeudamiento de los países emergentes terminó abruptamente en los ochenta: fueron los años de la gran crisis latinoamericana, que derivaron en una década perdida. El segundo concluyó con el estallido de los noventa al otro lado del Pacífico, que dejó en los huesos a los tigres asiáticos. El tercero desembocó en la crisis financiera global de 2007 y 2008, y muchos países occidentales —y, muy especialmente, del sur de Europa— aún pugnan por recuperar el tono económico previo. El cuarto, iniciado en 2010, aún está en ciernes: su desenlace aún es una incógnita, pero los precedentes no invitan, ni mucho menos, al optimismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario