lunes, 22 de octubre de 2018

PODA PERNICIOSA

Denise Dresser - El Siglo de Torreón
El gobierno de AMLO llega con el ánimo y la encomienda de podar. Trae tijeras en las manos y recortes en la mente, con la idea de adentrarse en la maleza de la burocracia federal y depurarla. Por todos lados llegan anuncios de cómo se arrancarán de raíz las petunias de los privilegios, las magnolias del mirreinato, las camelias de la cleptocracia. Desde la perspectiva del lopezobradorismo, el gobierno se parece a los jardines de Versalles y su intención es volverlo una chinampa. Pero aun cuando la depuración del huerto es una tarea indispensable, vale la pena recordar que los recortes y la reorganización son un medio, no un fin en sí mismos. Un jardinero sabio entiende que se podan las plantas para redirigir su crecimiento, para mantener su vitalidad, para moldear la dirección de sus ramas; para asegurar que florezcan. No se poda para dañarlas o para convertir un vergel en un páramo.

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