- Incluso en una campaña como la que enfrenta a Jair Bolsonaro y Fernando Haddad, una parte del electorado insiste en abstenerse o votar nulo
Bea Lima - Sao Paolo - El País
El brasileño Bruno Santos tiene 21 años, no va a votar el próximo domingo y escoge ese nombre para camuflar su identidad. En su opinión, los ánimos están muy caldeados en esta campaña, pero las elecciones no son más que un reflejo de la calle, que es hace tiempo escenario de actos de intolerancia contra las minorías. “Para mí, votar en esta segunda vuelta significa alimentar una narrativa llena de dicotomías heroicas, la izquierda contra la derecha, el candidato bueno contra el malo. Gane quien gane las elecciones, la situación no va a cambiar. Todos los candidatos se están aprovechando del miedo”, dice este joven de São Paulo. Aunque el voto es obligatorio, la multa son 3,51 reales (menos de un euro).
No hay comentarios:
Publicar un comentario